Sobrevalorar a los hijos: grave error de los padres

Sobrevalorar a los hijos: grave error de los padres

By: | Tags: | Comments: 0 | May 28th, 2015

Un estudio terminado a finales del 2014 encontró que “un niño sobrevalorado por sus padres será probablemente un joven narciso que tendrá dificultades para funcionar en sociedad”. Esto lo dice Brad Bushman, doctor en psicología social de la Universidad de Ohio, al concluir una investigación científica longitudinal de dos años.

De acuerdo con dichos hallazgos, es claro que el niño que es aplaudido y alabado de manera constante termina por creer que él es el más inteligente, eficiente, brillante, bello, etc. Además sentirá que nunca tendrá que esforzarse por hacer mejor las cosas, no querrá progresar ni corregirse, pues está plenamente convencido (gracias a sus padres) de que es el mejor.

Es importante, entonces, que los padres reflexionen sobre esto. Para que puedan elogiar esfuerzos, corregir errores y acompañar a los hijos en los momentos difíciles y, claro está, celebrar los triunfos que obtengan; pero para ello se necesita que los padres tengan claro que su mensaje de amor debe ser incondicional, y no condicionarlo a los triunfos y éxitos de su hijo. Es mejor decirle “te quiero mucho” que “tú eres el mejor”, para que así aprenda a valorar las diferentes cualidades de las personas.

Cuidado con los elogios excesivos

A su vez, otro artículo publicado en el pasado mes de febrero, en Journal of Personality and Social Psychology, en Estados Unidos, se muestra que criar con solo alabanzas y aplausos es arriesgado, pues puede llevar a un narcisismo peligroso.

Los niños narcisistas se sienten superiores a sus compañeros y creen que merecen todos los privilegios, y su meta es ser admirados. Si esto no sucede, y el niño narciso es rechazado o humillado, esa situación va a tener respuestas de violencia y agresión desproporcionadas.

El niño narciso ataca con todo cuando se siente amenazado; se cree que ahí puede estar el origen de tanta agresión e intolerancia en nuestros niños de hoy. El aumento claro del bullying es un ejemplo de intolerancia, impaciencia y violencia al no conseguir la atención a la que vienen acostumbrados estos niños protagonistas.

Cuestión generacional

Esta generación de padres tiene una tendencia marcada a sobrevalorar a los hijos, dándoles así un mensaje equivocado de la realidad.

Estos niños crecen y sufren mucho cuando se dan cuenta de que no pueden cumplir con las expectativas tan altas que tenían sus padres sobre ellos. Quieren complacer a los padres, pero, al ser sobrevalorados toda la vida, no manejan la frustración y se sienten injustamente exigidos por los padres.
En el fondo, la sobrevaloración lleva un amor condicional: “te quiero cuando haces las cosas bien”, “debes ser el mejor para merecer mi amor”.

Este es el mensaje que reciben los niños de un amor condicional, y se convierte en una carga pesada para cualquiera y aun más para un niño criado para ser “el mejor”. Tarde o temprano la realidad se impone y contradice esta creencia.

No busque perfección

Los niños narcisos, criados para ser casi perfectos, no logran obtener las mejores notas y ni siquiera les va mejor en la vida que a sus compañeros criados de una manera equilibrada.

Estudios como los nombrados, y otras investigaciones más, comprueban que a veces los padres llegan a extremos peligrosos en la crianza de sus hijos.

La sobrevaloración paternal, la sobregratificación y el amor condicionado a los logros llevan a tener hijos frustrados, con problemas de autoestima o de narcisismo, y sobre todo con mucha dificultad para manejar la realidad y ser independientes.

Son más felices, entonces, los niños criados con mensajes de amor incondicional, con mentalidad abierta, en la que habrá lugar para los errores; donde se elogien los esfuerzos y se trabajen las debilidades, y, en especial, donde el niño nunca será sobreprotegido, ni sobreestimulado, ni sobrevalorado.

En este momento histórico es fácil caer en algún extremo, ya que el mundo está muy competido y va a gran velocidad. Generalmente se tienen uno o dos hijos, y unos padres intensos pueden fácilmente caer en la trampa de que ellos solo pueden ser “los mejores”.

Sin embargo, este camino los llevará a una vida difícil, tanto para ellos como para los padres. No olviden que el equilibrio en la crianza de los hijos es fundamental. Hoy, más que nunca, esto es lo cierto.

ANNIE de ACEVEDO

Fuente: El Tiempo

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